sábado, 26 de diciembre de 2009

Tres tristes tigres

Sigan haciéndose los chistosos que un día voy a salir en bolas – nos gritó ella asomándose desde el baño … No era la primera vez que buscaba intimarnos con eso ... Sin embargo Gonzalo reaccionó sorprendido ante mi carcajada ... y después la miró de arriba abajo y rió.
Ella salió balanceando sus dones y fue a peinarse frente a un espejo que colgaba en la sala ... El pelo recién lavado se desparramaba por su espalda y humedecía la remera floreada.
Rato más tarde la cena - una simple y semanal reunión entre amigos - no dejó nada especial de mencionar ... No recuerdo que se haya dicho alguna frase ganzúa o en doble sentido fuera de las que usábamos habitualmente para fastidiarnos ... La sobremesa se redujo a esta conversación que salió a colación de una película que estaba por comenzar en la Tv.

- Este canal The Filme Zone siempre pasa películas calientes los jueves.
- La verdad es que prefiero un canal de música ... ¿Qué querés que te diga?
- ¿No te gusta el porno?
- Noo ... vos no me entendés ... el porno me gusta ... Pero eso que dan acá no es porno ... Son minas con tremendos culos y tetas que hacen como que cojen con esos musculosos.
- Al menos tienen algún argumento ... fijate que detrás del garche hay una historia.
- Si claro ... la dirige Scorsese ... Pero dejame de joder ... ¿Argumento esa mierda?
- Es que son películas para pasar el rato y nada más ... Dejala que está buena ... yo ya la vi.

La pequeña cama hacía también de sofá ... Los tres mirábamos la Tv. en un silencio que solo se interrumpió cuando ella ofreció café ... y contorneándose como una gata bellísima rumbeó hacia la pequeña cocina.
Gonzalo se detuvo en la minifalda y ensayó alguna guarangada ingeniosa ... Yo preferí hacerme el desentendido con la excusa de la película ... Él insistió varias veces ... pero entonces regresó ella con el café ... sosteniendo una fuente con los pocillos y una pequeña azucarera cromada.
Podrá parecer absurdo ... pero ese gesto volvió al orden de las cosas ... a la ternura de la amiga que invita a su casa y ofrece lo poco que tiene sin estorbar demasiado la digestión.
Quizás por eso ... pude monologar distendido … alabando hasta el aroma del café que se mezclaba con el perfume de su cuerpo recién lavado ... Una mezcla rara – debo reconocer - a la que sin embargo no tuve vergüenza en calificar de exquisita.
Esta idiotez sumada a los chistes … a las risas … hicieron inobjetable y natural que ella se sentase entre medio de nosotros ... Ya no quedó lugar a dudas ... con alegría volvíamos a ser tres amigos que se visitaban todas las semanas para cenar y charlar ... sin otro misterio que el de divertirse y quererse.

- Lástima que no tengas más almohadones – se lamentó Gonzalo.
- Si la cama fuese más grande yo no tendría problemas que nos tiremos los tres en la almohada – contestó ella justificándose.
- Tiremos una moneda y el que pierde mira la Tv. desde el piso – propuse entre risas.
- ¡Noo loco! ... En todo caso tiren la moneda entre ustedes dos ... la cama es mía – dijo ella riéndose.

Luego comenzaron los mimos ... el jugueteo risueño de los dedos ... - El ansiado relax después de un día agitado – dije para justificar y permitirme dar y recibir mimos y pellizcones.
Para ella siempre eran más fáciles las caricias entre amigos ... el permiso para el acercamiento físico ... Una noche lo discutimos largo y – entre bromas y vino tinto – ella reconoció que era así … Incluso aseguró – como desquitándose - que muchos hombres confundían su confianza con otra cosa.
Recuerdo que esa noche se hizo madrugada - y ya en la puerta de calle - nos tomó de las manos y besándonos la mejilla dijo a modo de despedida: - Me encantó esta noche de confidencias- ... y subrayó la palabra como si nos otorgase cierta complicidad.
Llegado el caso – y para seguir siendo cómplices – ahora hubiese que haber confesado que a nosotros la película no nos estaba ayudando demasiado.
A decir verdad Gonzalo trasmutaba en muchas cosas ... Ahora – por ejemplo - era una fiera asustada que se hundía agazapada sobre el colchón … Ella le rascaba apenas los vellos del pecho … Con la otra mano acariciaba suavemente mi brazo … Yo miraba la Tv. y masajeaba sus muslos haciendo círculos con la yema de mis dedos.
Solo se escuchaban las voces y los gemidos que salían del televisor.
Gonzalo tenía un cohete en el pantalón … Iba a fastidiarlo con alguna broma … Miré otra vez … Me quedé en silencio … Pensé que era casi imposible que ella no se hubiese percatado de ese detalle y declarado – dueña de casa al fin - el final del juego.
Sin embargo las caricias continuaron … Respiré profundo y me dejé llevar.
Mis dedos subieron por sus muslos … Ella se acomodó mejor y dándome la espalda ofreció su cola redonda ... Al otro lado sus tetas se desparramaron en el antebrazo de Gonzalo.
Con manos hábiles desabrochó la camisa y jugueteó en el ombligo … Él apretó los párpados y hubo apenas un roce … y otra vez los dedos trepando desde el ombligo hasta llegar a los vellos del pecho.

Una propaganda me sirvió de excusa para levantarme y esconderme detrás de un cigarrillo … Simulé mirar la calle desde la ventana … No había nadie a esa hora … y los faroles despedían una luz blanquísima que parecía neblina.
Ella se levantó también y llevó la fuente y los pocillos vacíos a la cocina … Gonzalo quedó perdido ... Había trasmutado en pez ... y boqueaba en la cama moviendo sus branquias como buscando el agua.
Lo miré boquear … Me detuve en el pantalón … Después en su rostro bonachón y excitado … Y hubiese deseado patearlo … insultarlo … morderlo con mis dientes hasta arrancárselo de cuajo … Por todo eso busqué herirlo con palabras:

- Vos sí que sos capaz de aguantarte cualquier cosa – le dije con ironía.
- Estoy que no doy más – respondió.
- Se nota … Lo que no puedo creer es cómo seguís aguantándote.

Gonzalo era un pez que movía la boca … iba a decirme algo más pero volvió ella y ofreció licor de chocolate … Se sentó a su lado y comenzó a servir … Yo tiré el cigarrillo por la ventana … busqué una silla y me senté … Bebí de a pequeños sorbos el licor … Después me quité las zapatillas y las medias … Apoyé los pies sobre la cama.

Mis pies descalzos me daban una sensación de frescura … mis dedos se movían en libertad ... Duró poco ... Ella se acercó otra vez a Gonzalo y comenzó a acariciarlo … Lo tocaba por encima de la camisa.

Desesperé … Pensé en inventar un pretexto cualquiera para despedirme … para escaparme a la calle … a la confusión de la noche y los faroles … - Qué este pelotudo se arregle solo – me dije con impotencia.
¿Te sentís bien? – preguntó ella … Contesté que sí ... No me creyó ... Buscó mirarme inclinando su rostro y – reclinándose en la cama - apoyó las tetas en el pecho de Gonzalo.
Lo hizo con naturalidad … quizás continuó diciendo algo más … no recuerdo … estaba bellísima.
Yo alcé la vista y busqué perderme en los comerciales de la Tv … Arriba la película … abajo el cosquilleo de sus cabellos rozando mi pie.
Nos quedamos en silencio.
De pronto la punta de sus cabellos rozaron mis tobillos ... Mi dedo se hundió en la humedad tibia de su boca ... Sentí el calor de la lengua ... Ella me miró … jugueteo con el dedo en sus labios … Lentamente fue recorriendo los otros.
Mientras la miraba ... me pareció que se frotaba sobre la pierna de él … Miré otra vez ... Con sorpresa advertí el suave balanceo de las tetas.
Gonzalo parecía ahogado … Respirando con dificultad se atrevió a tocarla acariciándole la espalda y la entrepierna.
Se atrevió a más … de repente era un pez que se lanzaba desesperado al agua ... Comenzó a desabrocharse la hebilla del cinturón y amagó bajarse el cierre del pantalón … Ella se asustó … se levantó de la cama y se abalanzó sobre mí.
En ese abrazo sentí que todo volvía a ser como siempre ... Experimenté esa euforia que brota cuando concluye el temor ... Miré a Gonzalo:

- ¿Qué haces pelotudo? ¿Estás loco? – le grité a la cara.

Gonzalo me miró confundido … Una nube caliente y temerosa pasó veloz por sus ojos … Se encogió de hombros.

- Así no – protestó ella sin dejar de abrazarme.

Así no - repetí yo y le besé la frente … le acaricie los hombros … Iba a dejarme caer otra vez en la silla ... Ella me tomó de la mano y volvimos a sentarnos en la cama.
No sé que pasó después ... Pero sí recuerdo que cuando sus uñas rascaron nuevamente el torso de Gonzalo sentí un abismo.
Su mano tibia se posó en mi vientre … Acaricié su entrepierna … toqué su cola que estaba fría y dura.
Gonzalo parecía convaleciente … Las caricias se perdían bajo su camisa mientras él apretaba los párpados ... - Es ahora – pensé ... y fui subiendo por la entrepierna … Deslicé la mano ... Estaba mojada ... Hundí un dedo.
Ella rápidamente buscó los labios de Gonzalo y los comenzó a besar … Con su mano frotaba por encima del pantalón masajeándolo.
-Dejame a mí – pidió ... Entonces fue ella la que le ayudó a desabrochar el cinturón … la que escarbó entre las marañas del calzoncillo para liberarlo … Para bajar el prepucio sin más preámbulos y descubrir un glande morado y duro.
Lo masturbó mientras le besaba los labios … Yo le manoseaba la cola … hurgué con el dedo buscando las comisuras del ano … Ella dio un respingo … acertó un último lengüetazo a la boca de Gonzalo y comenzó a babearle las tetillas.
Le tiré del pelo y le pedí excitado: -¡Chupaselá! -.
Ella primero subió la piel con su mano como si buscase tapar el glande ... después bajó el prepucio descubriéndolo … Lo sujetó por la base … Y acercándose hundió los labios hasta desaparecer el glande … para luego volverlo a aparecer y regalarle pequeños lengüetazos bañados en saliva.

La fantasía siempre tiene sus excesos … La realidad fue menos rica … No supe como seguir … Y por eso me aferré a sus caderas y ella misma se puso en cuatro mientras comía con ganas y me miraba como mostrándome.
-En el cajón de la mesita hay preservativos – alcanzó a decir cuando me bajé el pantalón …Gonzalo me miró expectante ... Me arrodillé en la cama y la penetré ... Ella sacudía los cabellos allí adelante ... Y yo apreté fuerte su cintura mientras imaginaba como sus labios subían y bajaban la piel morada de un cohete tratando de despegar.

Lo que sigue son como resabios de un sueño … No recuerdo la pausa – si la hubo – en cambio sí recuerdo a Gonzalo buscando en la caja de preservativos … Ella dijo: - Digan ustedes como quieren seguir - … y Gonzalo sonrió y comenzó a lamerla por atrás.
No la oí gemir … ni siquiera cuando él se arrodilló y se deslizó hacia adentro - primero despacio y después con fuerza - y levantó los ojos buscando el fondo.
Yo me recosté contra el respaldar de la cama y ella comenzó a comerme … Gonzalo la embestía desde atrás … La traía y la llevaba hacia él con sus manazas … Iba a acabarle … Ella sacudió la cabeza y me soltó … Apoyó los codos y bajó el mentón hasta rozar la cama … Cerró los ojos y frunció los labios como quejándose.
-Dejame montarlo que quiero acabar – pidió por fin … Yo me levanté … fui a la ventana y encendí otro cigarrillo … Me perdí en la calle … Los departamentos contiguos dormían oscuros y cerrados ... La noche hizo sonar su diapasón.
A mis espaladas oí gemidos y un ruido de muebles que parecían crujir… Reconocí al niño que escuchaba a sus padres … Me di vuelta y los miré cojer.
Ella galopaba buscando el polvo …Él la miraba embelesado … Ella se inclinó y lengüeteo su boca … Después quiso alejarse para seguir bien arriba … Pero Gonzalo - que parecía un niño enamorado - le sujetó las tetas y comenzó a mamarle los pezones … Primero un pecho y después el otro … Parecía contento.

- Vení vos también – pidió de repente ella ... Me estremecí …Y en este punto el recuerdo se me hace confuso ... Yo tratando de entrar ... Sus manos empujándome hacia atrás para impedirlo ... La nariz fruncida y los labios murmurando: -Ay Dios como duelen dos pijas - ... Gonzalo gritándome enojado que así no ... Negando con la cabeza desde allí abajo.
Retrocedí ... Acerqué la silla ... Me senté a mirarlos.

Ella se montó sobre él y lo tomó del cuello ... Se besaron largo y húmedo ... Él recorrió suavemente sus brazos ... le tomó las manos ... Nuevamente se fundió en sus labios.
Después comenzaron a explorarse ... Ella estiró su mano hacia atrás ... lo acomodó con sus dedos y se hundió en él ... Se abrazó con fuerza ... Cerró los ojos y comenzó a balancearse.
- Dámela así así así – pidió jadeando ... Y su cuerpo encendido se estremeció.

Él se levantó ... Ella se estiró en la cama ... Era una gata satisfecha … Recuerdo el brillo destellante de sus ojos … Nos miró y dijo: - ¿Alguien quiere más? -

– Yo sí – le respondí.

Volví a la cama ... y mientras le lamía el cuello y me frotaba sobre ella incendiado ... susurró a mi oído: - Quiero sentirte por atrás -.

Recuerdo que más tarde los tres fumamos y conversamos desnudos ... Volvieron las risas y las luces ... Ella encendió un sahumerio ... El humo hacía pequeños círculos hasta evaporarse en su fragancia ... Percibí el aroma familiar de tantas noches y me sentí estafado.
Nada volvería a ser como antes.
Gonzalo ya no era Gonzalo sino su imagen desnuda y el horror de su rostro jadeante.
Y aunque reíamos distendidos en la cama … sospecho que hubiésemos preferido despedirnos hasta quién sabe cuando.

El sol molestaba en la ventana cuando nos fuimos.

En la calle Gonzalo me palmeó la espalda y me dijo eufórico: - Esto habría que hacerlo más seguido che – y se río con ganas como festejando la ocurrencia.
Iba a contestarle que era un idiota ... Pero me reí ... le di un beso y me despedí.
Nunca más hablamos del tema.

Con ella fue distinto ... Años más tarde me confesó: - ¿Sabes? Yo siempre pensé que después del trío que hicimos aquella vez ... vos jamás ibas a querer ser mi novio - ... Me encogí de hombros … Iba a responder alguna idiotez pero la abracé.
Preferí besarla en silencio ... Fue un lindo beso.

No encontré – siquiera – una puta respuesta.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Rarito

I

Nunca deja de sorprenderme … como lo que es distinto … lo que escapa de esos curiosos y prejuiciosos dictámenes que a lo largo de los años nos han inculcado como “lo normal” o “lo socialmente correcto y esperable” … produce fascinación y fantasía en las mentes de las personas más diversas …
Muy pocos se atreven a confesar … o mejor … a confesarse … que detrás de la burla o el rechazo frontal a aquel que es distinto … lo que realmente se rechaza es una miseria propia e inaceptable.

Nos reímos a carcajadas de los que son o tratan de ser distintos … o simplemente les proclamamos un exagerado y falso respeto … porque así creemos ponernos a salvo … A salvo de las fantasías y miserias más ocultas e inconfesables que habitan dentro de nosotros mismos … y que se personifican una y otra vez en aquellos que sin vergüenza se proclaman “distintos”.


II

Resulta que viajé a Ushuaia y tuve que dar siete cursos en dos días ... Cuando llegó el último curso estaba harto de escucharme ... harto del curso ... de los alumnos ... quería terminar de una vez mi trabajo.
En medio de mi última clase una mujer rosarina que se afincó en Ushuaia hace unos años ... mofándose una y otra vez desde el último banco del aula no perdía oportunidad para hacer chistes ... Yo suelo dejar que hagan chistes en clase ... siempre que no se vuelva un vicio constante ... sencillamente porque distrae a todos los demás.
Le festejé el primero ... el segundo ... el tercero ... después le pedí que por favor hiciera silencio ... A lo que esta mujer - de ojillos vivaces y mirada sobradora - me dijo ante las repentinas carcajadas de todo el curso ... ¿Le han dicho que usted es medio rarito? ... Con rostro cansado y entre risas pregunté por qué.
Bueno - confesó muy seria - un poco por ese arito que usted lleva en su oreja ... humm no sé ... Yo sé que en Buenos Aires quizás es algo común ... pero aquí es más bien de "raritos" ... Además – continuó - su manera de explicar ... sus gestos ... sus modales … me hacen pensar que usted es medio rarito.
En ese punto las risas eran más bien risotadas insoportables de animales en celo ... Temí más que nada perder el control de la clase ... Temí que el curso se me fuese de las manos y no llegar a finalizar mi clase según el horario pautado ... Sentí el cansancio de dos maratónicos días de exposición caer como un pesado diapasón concluyente.
Con la mirada perdida en el techo del aula … me hice el que reflexionaba y les dije de un tirón y levantando un poco la voz ... que me parecía mentira que en el siglo XXI se siguiesen remarcando ridículamente las elecciones sexuales de los demás.
Ahora las risas amainaban y se convertían quién sabe en qué cosa ... Treinta personas me miraban entre curiosas y divertidas como esperando algo más ... quizás alguna frase picante que de pie nuevamente a la risa ... o un chiste que reavivase el tema.
En silencio comencé a mirar a cada uno … me puse muy serio ... y al parecer esto les hizo impresión ... porque ahora yo veía caras de duda ... de tímidas disculpas por tantas risotadas ... Entonces les dije a todos pero mirando solo a la rosarina: - Yo no soy rarito ... no les voy a permitir que me llamen rarito ... porque yo no soy ningún rarito ... me siento igual a los demás ... a todos ustedes … ¿Está claro? ... ¡Yo soy gay! -.
Toda la clase se hundió bajo un silencio sepulcral ... La rosarina pasó de la sonrisa a unos ojos congelados e inquisidores ... Dos gorditas que estaban sentadas en el primer banco y habían reído como hienas histéricas ... bajaron sus ojos hasta las baldosas grises del aula ... Ahora nadie se reía ... nadie hablaba ... nadie gesticulaba ... Advertí la mirada asustada de mi compañera de trabajo que parecía implorar: ¡Oh no Ruben ... faltan solo dos horas para finalizar el trabajo ... no pelees con la gente por favor!!!
Inmediatamente decidí seguir con la clase que había mutado y estaba mansita como una cabra ... Y ni bien comencé nuevamente a hablar ... un muchacho confesó tener un primo gay que era muy buena gente ... Una señora con cara de vaca aseguró que en Ushuaia había muchos homosexuales que eran muy trabajadores y honestos ... La rosarina no decía nada pero me miraba desde el fondo con la sonrisa dibujada en los labios como si le costase creer ... La miré un segundo profundamente a los ojos y le sonreí ... Al rato nomás me permití hacerle algunos chistes ... todos rieron distendidos … incluso ella.
Llegó el final ... nos aplaudieron a ambos docentes ... Yo abracé a mi compañera con la satisfacción de haber terminado todas las capacitaciones.
Miriam - ese es el nombre de mi compañera - me dijo al oído divertida:

- Boludo ... ahora todos se van pensando que sos puto -
- ¿Y qué tiene Miri? - le respondí sonriente.
- Ay no seas boludo Ruben ¿Por qué dijiste que soy gay? -
- Porque se me descontrolaba la clase Miri ... ¡Vos lo viste che! -.
- Tendrías que ser actor -
- Prefiero ser puto -
- Ya lo creo ... pero no te preocupes ... no lo divulgaré -
- Más te vale -


Ruben

jueves, 10 de septiembre de 2009

AMANTE

A vos Rafa ... que gustas de mis relatos.




Andaba por acá Rafa ... te recordé ... nada más saludarte.

Te va a sonar quizás un poco loco lo que voy a decir ... Pero me place que a veces no escribas.

Está el señor que se obliga a escribir todos los días como un ejercicio ... cómo si fuera al gimnasio ... quizás para no perder la costumbre o la figura ... Llueva o truene ... el señor está ahí batallando contra la cotideaneidad ... Me parece respetable.

Está también el señor que no tiene tiempo o no tiene libertad para sí mismo ... y entonces se promete concienzudamente escribir cuando tenga un ratito libre ... Y cuando llega el momento se quiere echar todos los polvos juntos y queda exhausto y dolorido ... quizás pensando en toda la mierda que deberá tragar hasta volver a repetir un momento como ese.

Yo con mi escritura tengo una relación de "amante" ... La visito a cualquier hora e incluso cuando me place o cuando estoy de ánimo ... Sin darle explicaciones ... sin excusas ... sin promesas ... A veces echamos polvos inolvidables ... otras veces conversamos tonteras ... Otras veces no se me para ... ¡No se me para Rafa! ... y al principio obviamente me enojo ... le miento que "es la primera vez que me pasa" ... Y ella se ríe mientras me llena de saliva el cuello ... me pasa la punta de la lengua por las tetillas ... por la entrepierna ... por el ano ... Me pregunta suavemente si realmente tengo ganas ... y entonces me hace terrible fellatio hasta el final y sin globito.
Otras veces nos desnudamos nada más que para mirar la ventana ... el horizonte ... el mar ... las montañas ... y mientras nos despedimos y nos decimos hasta quién sabe cuando ... la dejo sin melancolía ... y sin aviso de vuelta.
La olvido Rafa ... y sinceramente no me preocupo demasiado ... Ella me pide que yo sea así ... me dice que me quiere de esa manera ... Me ama sin hacerme preguntas ... la amo sin otorgarle respuestas.

viernes, 21 de agosto de 2009

Amores escolares

Una tarde decido llamar a casa ... y apenas suena el teléfono del otro lado se oye el tímido y expectante hola de Nina ... mi sobrina de apenas 4 años ... Entonces le aclaro que soy el Tío Ruben - y antes de pedirle que me pase con algún "grande" de la casa - ... le pregunto cómo le fue hoy en el jardín de infantes ... Ella (con voz bajita y preocupada, me confiesa) ... - Hoy terminaron las clases Tío ... y ahora no tengo más novio ... me pelié ... y no quiero saber más nada - ... Sorprendido y sin saber bien qué decir, solo atino a contestarle que no se haga problema, que ya va a encontrar otro y que no esté triste ... A lo que ella me responde: Es que yo soy chiquita tío para tener novio ... - Pero claro Nina - le respondo un poco más aliviado - vos todavía sos muy chiquita y es mejor que disfrutes de estar sola - ... Sí - afirmó ella concluyente - voy a esperar hasta tener 5.

sábado, 1 de agosto de 2009

IONPAVENTEN ...

... me dijo Luana con cara de misteriosa, mientras yo escribía no recuerdo qué. Seguí escribiendo sin prestarle demasiada atención, ella se acercó otra vez y me dijo: -¡Ionpáventen!-. Le ofrecí agua, después le miré el pañal que estaba limpio, y finalmente la dí una galletita dulce y encendí el televisor buscando el Disney Channel. - ¡Ionpáventen! - dijo Luana misteriosa; le calenté la mamadera, y le expliqué que su mamá volvería en un ratito. No tenía hambre y entonces nos sentamos a jugar en el piso, ahí mismo me miró una vez más y me dijo pensativa: ¡Ionpáventen! Le dí un beso y pensé desorientado: ¡Tengo que aprender el idioma de los bebes!

Ahí van algunos resultados que obtuve hasta ahora:


Pan: Todo tipo de comida ... incluído claro está el pan.

Etó: Esto o aquello o lo otro.

Ietupa: Significado desconocido.

E'nene: El nene ... la nena ... y casi todos los seres humanos con excepción de padres y abuelos.

A: Agua

Tan: Le preguntamos a Luana que era tan y dijo ¡ten!.

Ishupén: Significado desconocido.

Nu nu é nené: Algo así como "ese nene".

Yapandié: Significado desconocido. Jugando en el piso suele decirlo despacito.

Du du e a papa: Algo referido a mí ... pero aún indescifrable.

Tavetún: Significado desconocido.

viernes, 17 de julio de 2009

Cartas del abuelo

A la abuela Hebe, mi agradecimiento por la posibilidad y el permiso de publicar las cartas.



Presentación



¡Hola abuelo hijo de puta, la concha de tu madre!

¡Qué hacés Pilucho hijo de re-mil putas! ¡La puta madre que te parió!

La risa del abuelo Cacho resonaba en la pieza húmeda y oscura. Y desde la cama él se reía como yo mientras nos seguíamos insultando y revoleándonos juguetes a modo de bienvenida.
Con mis tres años de vida, esas son las únicas charlas que recuerdo haber mantenido con mi abuelo. Charlas muy poco diplomáticas por cierto, pero divertidas y liberadoras hasta las carcajadas.

Guardo imágenes del abuelo que con el tiempo se fueron transformando en pedacitos de sueños arrugados. Una tarde de sol comprando un huevito de pascua en Larrazabal y Bragado, el cuál a la media cuadra se me cayó a la vereda y yo lloré desconsolado.

Como si fuese una foto desdibujada y vieja, recuerdo reuniones del abuelo con los “compañeros del partido” como solían decir en casa. Yo asistía desde lejos y con el enojo propio del que se queda afuera. Buscando la complicidad del abuelo que hablaba y gesticulaba en medio de una humareda, corrí a la cocina a preguntar por qué el abuelo se cruzaba de piernas cuando estaba sentado.

Todavía recuerdo tardes en las que iba desde sus brazos hasta los barrotes de la escuela República del Brasil, mientras esperábamos que la abuela Hebe saliese del comedor escolar.
Al parecer desde hacía algún tiempo la abuela se había visto obligada a trabajar para mantener la casa.
Mientras tanto el abuelo y yo en la cocina preparando “torta fritas”. Yo quería amasar junto a él, y ante mi insistencia, recuerdo que cortó un palo de escoba y lo transformó en un pequeño palito para que pudiese amasar a su lado. Cuando más tarde llegó la abuela, con orgullo le enseñé la primera y única torta frita que amasé en mi vida.

Otra tarde él pintaba el patio de casa, y nuevamente yo me empeñaba en colaborar. Me aferraba a sus piernas y reclamaba el pincel para ayudarlo desde allí abajo. El abuelo sonreía y miraba mi cabeza salpicada con pintura.
Después no sólo hubo pincel, sino que además me puso un sombrero de pintor, que mágica y rápidamente surgió entre sus manos y un papel de diario viejo.

No recuerdo más. Quizás lo último es que yo saltaba en su cama y él parecía muy dolorido. Ya casi no jugaba ni me prestaba demasiada atención. Y entonces yo saltaba con más fuerza sobre el colchón buscando su mirada cómplice, y mamá me reprendía diciendo: Ruben no saltés más que el abuelo no se siente bien. Y él le reprochaba con voz cansada: dejalo Silvia dejalo que juegue.
Yo seguía jugando y pese a su silencio y su inmovilidad, le reclamaba a los gritos un trencito que fuese como los de verdad.

A los pocos días la casa extrañamente se llenaba de gente. Una enfermera que pasaba largas horas junto a nosotros, una noche de llanto desconsolado reparó con cinta adhesiva una planchita que se había convertido en mi juguete inseparable.
Y fue quizás por esas noches que en medio de una madrugada fría de Junio, mamá me llevó a lo de mi otra abuela y - ante su sorpresa por nuestra repentina llegada - mamá dijo: le dejo al nene, mi papá está muy mal.

Días más tarde, de vuelta a jugar silenciosamente al patio de casa. El abuelo no estaba más y punto. Yo ni pensaba dónde podía haberse ido.
Quizás por eso la sorpresa y la duda, ese día en que la abuela y la tía Ale llegaron a casa con un paquete grande y misterioso.
Mis ansias por saber que había allí adentro les ganaron a las dudas de la abuela, que se debatía entre guardarlo hasta el día del niño o dármelo ahí mismo. Con manos ansiosas abrí el paquete y enmudecí al descubrir un tren a pila que jamás olvidaré.

Entonces la abuela me besó la cabeza, me miró triste y dijo con la voz llena de lágrimas: - Rubencito este regalo es del abuelo-.
Y yo que aún no podía creer semejante regalo, la miré confundido y le pregunté: – Pero abuela ¿Dónde está el abuelo?
Ella me abrazó fuerte y respondió: - Mirá hacia arriba, ¿Ves el cielo?, bueno, allá arriba, allá muy ... muy alto, está el abuelo ¿Lo ves? – Luego se secó las lágrimas y dijo: - Él desde allá arriba siempre te va a estar cuidando Rubencito.

Pero claro, semejante descubrimiento ahora me obliga a hacerle justicia al abuelo. No solo por ese trencito que me alegró tantas horas, y que fue comprado por expresa indicación suya con un dinero que debía cobrar. Sino porque sospecho que ese cielo en el que dijeron que estaba, un comunista convencido como era él, no lo hubiese aceptado jamás.

En todo caso el cielo del abuelo es aquél desde donde envió cartas hace ya muchos años. Un cielo en el cuál él sí creía fervientemente y había luchado toda su vida por alcanzarlo.

Estimado lector, lo dejo con mi abuelo Cacho. En tres cartas él le cuenta a la abuela Hebe noticias sobre su cielo. Ese que él buscaba fundar y compartir seguramente.




Las cartas del abuelo


24 de Octubre de 1956



De Dakar Africa a Lisboa.

Querida Hebe:
Te escribo en viaje del Africa a Portugal después de haber hecho escala en “Carrasco Uruguay” , en “San Pablo Brasil”, en “Río Brasil”, en “Recife Brasil”. Luego “Dakar Sud Africa” y esta te la despacho de “Lisboa – Portugal”. Todavía nos falta Roma y luego Zurich.
Voy muy bien a pesar que de Carrasco a San Pablo nos agarró mucha tormenta y el loco se hacia para todos lados y muchos pozos de aire; pero ahora vamos mejor que en el tren, ni se siente.
De todo lo que vi lo mejor lo más original son los negros del Africa, éstos si que son oscuros, después de esto los aeropuertos del Brasil son enormes de grandes y lindos. Ezeiza no tiene nada que hacer con estos.
Bueno Viejita espero que vos te encuentres bien igual que yo y contenta. Te diré que de Río les mandé unas postales a vos y a la Vieja. Te vuelvo a escribir de Zurich.
Aquí son unos (ilegible en el original) cogñac, Wisky de todo, hasta te tapan los pies las camareras.
Saludos a Irma y Vicente, por casa en fin a todos.

Recibí un fuerte abrazo de tu compañero que te quiere. Cuidame a “Carlitos”. Besos para vos y mamá y Carlitos y a todos.

Saludos a tu vieja y Manuel.

Chau, Besos




La 1 de la mañana

Domingo 28 de Octubre de 1956
Moscú. URSS

Querida Viejita:

Deseo que cuando llegue esta a tu poder te encuentres bien de salud, a lo mejor vos y Carlitos o Carlita quedando yo muy bien por el momento.

Hace dos días que llegamos a Moscú después de haber estado 1 día en Praga.
En Praga nos hicieron tantos honores que no te imaginás, vimos patinaje sobre hielo es maravilloso, la ciudad el museo en fin todo lo que pudimos. Vimos un almacén de ramos generales de 6 pisos es maravilloso y los cochecitos para los pibes y me acordaba de vos y el Pichirilo.

Pero acá en Moscú es divino el Kremlin, lo vimos de afuera, el lunes lo vamos a ver de adentro, el subte el Metro es un sueño en fin contártelo en carta es imposible.
Estamos en un Hotel que se llama Moscú, es de 4 pisos y en la pieza que estamos hay televisión, teléfono, calefacción, 2 roperos, 4 sofás, 1 mesa y un escritorio con veladores, en fin somos vacanes. Aquí se come 3 veces por día 4 o 5 platos de todo, el Vodka lo toman ante durante y después de la comida. Mirá es imposible contar. Te diré que se lo pasan preguntando que queremos.

Recién vuelvo del circo es muy lindo. Mañana mejor dicho hoy vamos a visitar la exposición Rural después vamos a ver un partido de fútbol y a la noche al teatro.

Bueno estoy con mucho sueño y me voy a dormir.

Recibí muchos besos vos y ... de tu marido que te quiere y el Papi volverá pronto para abrazarte.

Saludos a todos los familiares y a mamá dale besos míos.

Chau

Cacho


Moscú 30 de Octubre de 1956.
U.R.S.S


Querida Viejita Negrita linda bonita rica Pichirila, en fin Amor Mío:

Estoy esperando el avión para viajar a Kub, son de acá 3 horas de avión, una cosa de 900 kilómetros de Moscú.

Vieja si me pongo a contar no terminaría en dos días y tengo que salir en este momento.
Pero igual te voy a adelantar algo.

Fuimos al Teatro Moscú, es como el Colón argentino, pero lo distinto que estaba el artista, el obrero y el campesino, es decir todo el Pueblo.

Visitamos un “Magazín” Almacén y había colas dentro del negocio de 50 metros. En los almacenes hay de todo y son de grande una manzana el edificio. La gente compra y compra, esto es la esclavitud que dicen los Capitalistas.

Visitamos el Combinado, es decir el Fug. Necoyan, trabajan 14.000 obreros: se hacen de todo Matan y conservas y chachinado. Esto no te voy a contar pero es muy bueno después te cuento.

Fuimos a las Casas Cunas y Jardín de Infantes, esto es extraordinario, unos rusitos que parecen Ositos con las pieles. Y lo distinto en los chicos acá que en la Argentina, por ejemplo en los tranvías, ómnibus y subte a los chicos hay que darles el asiento, bueno Vieja te adelanto algunas cositas después te cuento.

Te diré que no es un paraíso pero marcha a pasos agigantados, por ejemplo se ve el viejo Moscú con casas de maderas, pero enfrente los grandes Monoblocks de 8 y 10 pisos; en el Fug están haciendo dos, uno de 5 pisos 340 departamentos, este por cuenta del Sindicato, se utilizan para beneficio de los afiliados, no como nuestros Jerarcas; pero no solamente eso sino que el Estado construye, hay uno de 10 pisos con 600 departamentos. Nos dicen los Camaradas: vuelvan dentro de un año y no conocen más nada, es decir con este Plan Quinquenal.

Decile al Cola que el fútbol es inferior al nuestro. Nosotros le podemos ganar. El Spartaco le ganó al Ejercito 3 a 0.
El Spartaco es el campeón Soviético, tienen el Guin derecho es extraordinario, y gambetean bien todos; lo que pasa que empujan mucho. Por otro lado forman: arquero, 3 Fulbas, 2 medios y 5 delanteros; pero bajan y suben todos, el centrofobal, los guines, todos un estado atlético muy bueno.

Bueno Vieja no sé si le voy a poder escribir a mamá, pero decile que no tenemos tiempo, nos levantamos y nos están esperando y a comer. Luego salimos enseguida, volvemos más o menos a las 5 o 6 de la tarde y comemos otra vez y volvemos a salir hasta las once o 12. Luego comemos y estamos cansados, nos vamos a dormir. Y así ni mate tomamos, pero comemos todo el día.

Te diré que el 15 o 17 salimos para allá, así que pronto estoy con vos. Aquí todo el Pueblo se prepara para el 7 de Noviembre.

Saludos a los Compañeros y a Martínez especialmente; dale saludos y que me perdone que no le escribo.
Si te hace falta algo velo a Martínez, él te va a resolver.

Saludos a Irma y Vicente, a Mamá, a los Muchachos, es decir a todos y besos al Pichirilo mío.

Abrazos a la Vieja y visitala es buena es una Santa.

Saludos a tu Vieja y Manuel.

Recibí un fuerte abrazo de tu negro que no te olvida. Chau. Besos.

Cacho

lunes, 23 de marzo de 2009

La Gaceta - Tucumán - 14 de Marzo de 2009

Falleció el destacado locutor Víctor Cuevas
LA GACETA / JOSE NUNO



Tras una larga enfermedad, falleció ayer el reconocido locutor Víctor Cuevas, de 81 años. Durante su carrera, se destacó por su profesionalismo y por su cultura.
Cuevas tuvo una extensa trayectoria en estaciones radiales tucumanas. En noviembre de 1948 ingresó a la, en aquel entonces, flamente radio Splendid. Allí trabajó hasta que se cerró la emisora, en julio de 1978. De allí pasó a LV7, donde se desempeñó hasta su jubilación. Sin embargo, no abandonó su pasión por la radiofonía y siguió trabajando hasta el año pasado en radio La Compañera.
Quienes lo conocieron lo recordaron como un profesional intachable. Durante su carrera llegó a ser jefe de locutores y director de Splendid. Su profesionalismo lo convirtió en un ejemplo a seguir en el oficio. Además, encabezó desde la radio innumerables campañas solidarias junto a la Iglesia Católica. Se lo recuerda también por haber sido un apasionado purista del Español que luchó por difundir el habla correcta del idioma.

Don Víctor

A Víctor Cuevas, Elsa y Roxana



La primera vez que me vio me miraba torcido … Le costó un buen tiempo mirarme a los ojos cuando yo le hablaba … En aquel entonces yo era un muchacho de veintiocho años que llegaba por primera vez a Tucumán - y según Don Víctor - era “el amigo de Roxanita” que venía a pasar las fiestas de fin de año en su casa … Obviamente la antipatía fue mutua … aunque yo lo disimulaba un poco mejor motivado quizás por mi condición de visitante.
Todavía lo recuerdo sentado en la puerta de su casa … con aire grave y serio … y con la somnolencia de las cinco de la mañana … esperando paciente que su Roxanita y yo regresemos de nuestras salidas … Un “buenas noches” rápido y seco inauguraba y terminaba nuestras conversaciones de madrugada … Yo enfilaba derechito para la pieza de huéspedes sin darme vuelta y sin intervenir en los reclamos por el horario que él hacia a su hija.

En los medios tucumanos Víctor Cuevas era un personalidad reconocida y admirada … Y en esos primeros tiempos él me lo recordaba cada vez que podía … Algunas veces a colación de algún amigo suyo que trabajaba en Canal 8 … y otras veces cuando directamente lo mencionaban a él en algún programa de radio … Su voz inconfundible y pausada aprovechaba nuestros primeros almuerzos compartidos para jactarse burlonamente de lo mal que se hablaba el español en Buenos Aires … Yo le devolvía las gentilezas cada vez que escuchaba el “muy mucho” tucumano … y le decía con jactancia casi adolescente – Don Víctor … si ya es “mucho” no es necesario aclarar que es “muy”- … Entonces él se ponía serio y respondía secamente que era verdad … Ahí nomás comenzaba a tratarme de Joven … Joven de aquí Joven de allá … - Usted Joven figúrese que para nosotros el “muy mucho” es precisamente el “muchísimo” que utilizan ustedes allá en Buenos Aires … De todas maneras yo reconozco Joven que el término está mal utilizado … pero comprenda usted que son regionalismos … Buenos Aires ¡je! no es precisamente la panacea del español … y le diré Joven que en Santiago del Estero se habla un español purísimo y casto … mal que nos pese a nosotros los tucumanos y a todo el resto del país … Y fíjese Joven que digo correctamente “el resto del país” y no “el interior” como acostumbran decir ustedes en Buenos Aires … Todos los noticieros porteños dicen “el interior del país” … ¿Y ustedes donde están? ¿En el exterior? … ¡Elsa tráeme la sopa por favor! y pregúntale al Joven si va a tener la gentileza de querer acompañarnos … De ser así tráele un plato a él también … Lentamente - entre cucharadas de sopa de zapallo - se agotaban nuestras primeras charlas.

Los usos del idioma español fueron nuestros primeros desacuerdos … Don Víctor sostenía que hablar bien era pronunciar las palabras con extrema corrección y utilizando toda la riqueza del español … Y yo buscando polemizar le decía que hablar bien era poder transmitir lo que se pensaba y sentía de manera que cualquiera pudiese entenderlo y hasta sentirlo … Las correcciones ortográficas y gramaticales eran más bien secundarias … No había acuerdo … El tenía en su haber cincuenta y tantos años de radio … y yo apenas estaba cursando mis estudios de sociología … Sin embargo – al menos en mi presencia – jamás desautorizó mi opinión por ello.
Otro desacuerdo crucial era la religión … Pero ese tema casi no se tocaba … Don Víctor quizás ya estaba ejercitado con las ideas que su hija traía de la Universidad de Buenos Aires … y prefería casi ni preguntarme sobre mis propias creencias … Daba por sentado – medio en serio medio en broma - que nosotros los sociólogos éramos todos medio comunistas.
- De qué zona … o mejor dicho como dicen ustedes allá … ¿En qué barrio vive usted Joven? - preguntó en uno de aquellos primeros almuerzos - En Mataderos Don Víctor - respondí tímidamente. – Ahh yo he estado por allí hace ya muchos años … Un fin de semana me enviaron a relatar un partido entre San Martín y Nueva Chicago … Y me fui con mi estimadísimo y ya finado amigo del alma Ariel Fernández … cuyo hijo le cuento … es muy amigo de mi queridísima Roxanita … Mataderos ¡ehh! … nos reventaron a patadas en la cancha y después afuera nos querían pegar también cuando nosotros nos retirábamos pacíficamente … Mataderos ¡ehh! … me queda el recuerdo de un barrio de forajidos … - ¡No trates así al chico Chicho! ¡Por favor! – rezongó Doña Elsa desde la cocina - ¿Pero Elsa? - se justificó Don Victor - si solo estamos conversando un poco con el muchacho … Además le estoy diciendo la verdad de lo que me pasó … ¿Qué quieres tú? ¿Qué le mienta?

Los primeros acercamientos fueron a partir de compartir trabajos manuales … Un día por intermedio de Elsa - su mujer - me pidió ayuda para arreglar ciertos artefactos eléctricos de la casa … Lo recuerdo teniéndome la escalera para que yo arregle un portalámpara … recuerdo también su insistencia en cortar la luz … Su voz ya más amiga diciéndome – Chango ten cuidado con esos cables pelados por favor, no quiero que te lastimes, hazlo con precaución y si no puedes no te preocupes, por hoy ya te has ganado tu plato de sopa -.
Una siesta de diciembre – de esas siestas tucumanas de cuarenta grados a la sombra - …yo me empeñé en reparar el timbre … ese que yo mismo había descompuesto de tanto conectar y desconectar los cables de la casa … Y aquella siesta … mientras las mujeres dormían … preparado y con la valija de herramientas en mano ya estaba Don Víctor esperándome … Mientras me alcanzaba un alicate noté que los ojos se le cerraban de sueño y bostezaba … Recuerdo que pensé que solo a un porteño como a mí se le podía ocurrir realizar esos menesteres a la hora de la siesta … Pero Don Víctor – hombre de 75 años - estaba al pie del cañón con paciencia infinita … Y esta vez era yo el que le insistía que vaya a descansar y me deje solo … Y él que no … que no … que no me iba a dejar solo trabajando con la electricidad … - No quiero que te me caigas de la escalera Chango – me respondía amistosamente - Además estás trabajando con electricidad, yo me quedo contigo para cuidarte ¿comprendes?, puedes precisar alguna herramienta o alguna otra cosa … De paso conversaremos sobre tu ciudad … Cuéntame Chango … ¿Cómo están tus padres y hermanos? ¿Cuéntame como está la vida en Buenos Aires?

En esas primeras charlas que se sucedían reparando enchufes … cambiando bombitas … plafones o ventiladores de techo … comenzaron a aparecer las primeras coincidencias sobre temas que nos interesaban a ambos … El tango … la literatura … el folclore … y el fútbol … fueron los primeros acuerdos que nos permitieron acercarnos un poco y acotar la incómoda distancia inicial …
Don Víctor tenía una anécdota para cada tema … Si hablábamos de folclore él me contaba que mientras compartía mañanas radiales con Atahualpa Yupanqui … había una jovencita de pelo largo que seguía atentamente el programa … Ella esperaba una prometida oportunidad para salir al aire … Esa jovencita que esperaba con guitarra en mano era Mercedes Sosa … O me narraba una antigua visita de la orquesta típica de D’arienzo a Tucumán mientras recordaba nuevamente emocionado: - Nosotros Chango … con mis compañeros de radio de aquel entonces … pensábamos que al ser D’arienzo una figura emblemática de Buenos Aires ni nos iba a mirar a la cara … Y grande fue mi sorpresa Chango cuando D’arienzo al rato de llegar a la radio me palmaba la espalda y me decía Cuevitas de aquí … Cuevitas de allá … Después salimos del edificio y como había muy mucha gente esperándolo en la calle … tocaron ahí nomás para todos nosotros … Yo me senté en el cordón de la vereda … los miraba y no lo podía creer … ¡Esos eran artistas de verdad Chango! … Hoy día tú puedes ver televisión a gente que no les llega ni a los tobillos a semejantes personalidades … y ya andan con cuatro o cinco guardaespaldas y se creen dioses intocables.

Con los años … con las charlas sobre cualquier tema … Don Víctor que a esta altura para mí ya era Don Chicho … comenzó a convertirse en el tucumano simple que él siempre había sido … pero al que yo recién comenzaba a conocer de verdad … Despojado de la pomposidad y los grandes discursos … me ilustraba risueñamente sobre las delicias de las empanadas de gallina: - Ahh Chango ustedes los porteños solo conocen las de pollo … ¡y cuidado porque yo no los critico eh! … y menos ahora que en Buenos Aires tengo este excelentísimo amigo que eres tú … Pero te digo Chango que aquí en Tucumán hacen también de gallina y son sabrosísimas … Ya le voy a decir a Roxanita que te lleve a lo de mi estimada y queridísima amiga … una señora que me quiere muy mucho por los favores que he hecho a su hijo … un chango excepcional te digo … joven como tú … con un gran porvenir en los medios … Pero ya me estoy apartando de lo que te quería decir Chango … ya le voy a decir a Roxanita o a Elsa que encarguen las empanadas para que tu mismo las pruebes y me digas que te parecen - …

Ese señor de cara grave y seria que al principio inspeccionaba concienzudamente mis conocimientos de electricidad … había mutado al compañero de trabajo fiel y compinche que después de conversar un rato decía: - ¡A ese enchufe me lo dejas así nomás Chango eh! … después yo voy al Centro compro otro y lo cambio … Por hoy ya has hecho suficiente … ve a descansar tranquilo … bastante trabajo tendrás en Buenos Aires como para que vengas a trabajar aquí también … Ve y descansa un poco hermano … Si lo deseas ve a la heladera y bebe algo fresco … sírveme un vaso a mí también y brindemos a la salud tuya y de mi Roxanita … Cuiden el trabajo hijo … y traten de no pelearse por macanas … Desde aquí nosotros los vamos a ayudar en todo lo que podamos … Pero ustedes dos respétense mutuamente y cuiden siempre la fuente de trabajo que tienen … eso por ahora me parece lo más importante.

Cuando la etapa de los comentarios ácidos y las distancias insalvables parecían ya totalmente superadas ... apareció Juan Román Riquelme.
Una noche sentados uno al lado del otro mirábamos un partido de fútbol a beneficio … Yo comenté que era una pena que no jugase Riquelme … Y de pronto Don Chicho dijo burlonamente: - ¿Riquelme? Ahh ese sí es pecho frío como dicen ustedes allá … Yo sinceramente doy gracias a Dios que no lo convocaron … Lento como él solo … juega siempre para atrás … Noo a mí déjame disfrutar del talento de Ronaldinho ¡ja!… ese sí es un gran jugador … - Ehh Don Chico – intervine rápidamente yo – Riquelme es un jugador distinto … ¿Lento? … pone dos o tres pelotas de gol por partido … ¿Juega para atrás? ... le digo que es una forma más de hacer salir del fondo al equipo rival … no necesariamente es un defecto … Me parece que usted Don Chicho – dije buscando herirlo – repite como un loro todo que dicen algunos diarios y ciertos periodistas.
En ese punto creo que ambos nos pusimos muy nerviosos … Por un instante temí que nuestra relación retrocediese a los – ya superados - primeros tiempos … Don Chicho comenzó a levantar la voz y a vociferar que Riquelme era un vago … - Ya lo ves … es un vago … no le gusta correr … quiere que le den la pelota siempre en los pies … es un vago ... nació vago y se va a morir vago- ... Lo de usted ya es personal Don Chicho – le dije tristemente – usted tiene un problema personal con Riquelme ... quizás no le gusta la cara y por eso lo ataca – … Ahí mismo se enfureció y comenzó a relatar nerviosamente la visita del Santos de Pelé a Tucumán ... Recuerdo su voz casi de niño recordándose a sí mismo sentado tras la raya de cal … y observando las genialidades del Rey en suelo tucumano ... Fue curioso … más se acordaba Don Chicho de ese antiguo partido de Pelé contra un combinado de Tucumán ... y más se enfurecía contra Riquelme ... Vociferaba ya contestándose solo ... es un vago ... es mala persona … ese chango no sirve para nada.
El silencio clausuró una discusión que hubiera sido interminable ... El cotejo entre Messi y Ronaldinho terminó defraudándonos a ambos creo ... Solo se escuchaba el silencio y la voz de los presentadores de Fox Sports ... Al rato comenzó otro partido que seguíamos con atención pero ya sin hablarnos ... Don Chicho fue el primero en romper el silencio cuando llegó un golazo de Etó ... - ¡Ehhh pero qué golazo hermano! – dijo como si despertara de un largo sueño - Te digo Rubén que a mí Etó me gusta muy mucho eh! - y agregó - Esto te lo aclaro Chango para que a partir de aquí nos evitemos problemas.
- A mí también Don Chicho – le respondí con una sonrisa – Así que quédese tranquilo porque con el juego de Etó estamos totalmente de acuerdo.
La charla comenzó nuevamente a ser amistosa ... Y casi al final ... cuando yo le había pedido – ya más tranquilos ambos - que me cuente otra vez de aquella visita de Pelé a Tucumán ... Don Chicho me tomó del brazo y dijo sin mirarme a la cara: - ¿Sabes una cosa Chango? ... Yo ya estoy un poco viejo ... y la verdad es que tu observarás que yo acostumbro llamar amigos a muchos conocidos que tengo por ahí y que me ha dejado la radio ... Pero te digo mi estimadísimo Rubén ... y te lo digo con el corazón ... que lo que se dice amigos ... amigos de verdad ... esas personas a las que uno quiere y aprecia con cariño sincero ... a esos … ya los tengo a todos muertos ... Mis amigos ya se me fueron Chango ... solo me queda uno ... y ese uno eres tú -.

A partir de allí … el poco tiempo que nos quedó por compartir … se llenó de un cariño mutuo … Mientras medio Tucumán auguraba que Don Víctor Cuevas sería abuelo de un varón … él tercamente mantenía su fe intacta y aseguraba a todo el mundo que sería una niña … Recuerdo – al teléfono - su voz de abuelo flamante … enjugando lágrimas y diciéndome: - Mi queridísimo Rubén … amigo del alma … que alegría que siento Chango … Cuídame mucho a esas niñas por favor … dale un beso muy especial a mi Roxanita … dile que la amo …y otro beso para la Luana … Cuídalas mucho Chango … cuídate tú también …
Creo que la última vez que nos reímos juntos fue producto de un estudio que él debía hacerse … Yo lo llevaba en una silla de ruedas medio rotosa … y cuando quedamos al pie de una bajada pronunciadísima que había en la clínica … pensé que se me escapaba de las manos y lo perdía para siempre … Al parecer él advirtió mi temor … y cuando ya más tranquilo comencé a bajar sujetándolo por delante … me dijo con una sonrisa pícara: - ¿Sabes una cosa Chango? … por un momento me vi reventado contra la pared de allí abajo … No dije nada porque me llevabas tú … y ya sabes que tengo plena confianza en todo lo que tú haces … Pero te digo Chango que si el que me llevaba hubiese sido un enfermero de aquí … creo que todavía lo estaría peleando … Nos reímos bastante.

Recapitulando … debo decir que fueron contadas las veces que escuché a Víctor Cuevas en la radio … No dudo en afirmar que fue un locutor magnífico … Pero como diría él mismo en este punto … yo no voy a hablar de lo que no sé … Puedo decir en cambio que yo conocí a un Don Víctor de entrecasa y ya entrado en años … A un señor que por sobre todas las cosas era simple, honesto y frontal … Un amante incondicional de su mujer y su hija … Un señor que amaba con toda su alma la profesión que había elegido … y en eso - claro está - era un verdadero maestro.
De todas las anécdotas y charlas que todavía conservo – y creo guardaré por mucho tiempo – me voy a quedar con aquella vez que en la cocina de su casa me dió el título de amigo suyo.

Don Chicho – una vez más – no se olvide que aquí en Buenos Aires tiene un amigo … Sepa tambien que su nieta – mi hija – ya se enterará a su tiempo de quién fue usted y que hizo en sus 81 años de vida. Tiene mi palabra de amigo.

Esta fue mi manera de homenajearlo y recordarlo.

Qué en paz descanse Maestro.

Lo llevo conmigo.

viernes, 20 de febrero de 2009

Recuerdos del mar

Cuando éramos chicos - y digo éramos porque pienso en mis hermanos y en mí - los veranos traían bajo el brazo la felicidad de Mar del Plata ... La playa inconmensurable de Punta Mogotes y Playa Grande que enloquecía a papá con su escollera y su mar azul … Mamá siempre sugiriendo nuevos horizontes y playas no visitadas ... y papá riéndose socarronamente y diciendo que Mar del Plata era el mejor lugar del mundo ... - Lo dice gente que conoce el mundo Silvia – aseveraba siempre papá con esa estadística dudosa del que elige con pasión por encima de todas las cosas.

Febrero era el mes elegido para veranear ... Unos días antes de partir la felicidad me desbordaba ... contaba días ... fantaseaba la mayor parte de las horas muertas el ansiado reencuentro con la playa y el mar ... La noche víspera papá cargaba la parte de atrás de la camioneta que usaba para trabajar y se quejaba de que llevásemos tantas cosas ... Años después tuvimos el auto y tenía de bueno que viajábamos más cómodos ... pero no se podían llevar tantas cosas como antes ... Y entonces la gran perdedora era la bicicleta que se debía quedar en Buenos Aires a esperar mi regreso.

La noche de víspera casi no se dormía ... a papá le gustaba salir de madrugada ... y todavía recuerdo el grito de papá diciendo ... arriba hijos que son las cinco y media ... desayunen rápido que nos vamos.
Ese día no costaba nada madrugar ... ni se lamentaba el sueño entrecortado y breve ... despertarse era vestirse a toda velocidad ... tomar un café con leche ... y dejar las tazas sin lavar en la pileta de la cocina ... La tozudez de mamá insistía en lavar hasta la última cucharita … con la excusa de las hormigas que aprovecharían la casa vacía para trepar y comer a sus anchas … En el aire se respiraba un día distinto y feliz … De alguna manera – gustaban de decir en casa - ya habían empezado las vacaciones.

Después el destello del día luminoso … y la ruta dos y papá criticando que fuese doble mano ... explicando las ventajas de una futura ruta más amplia ... El folclore familiar de todos los años ... la ruta demasiado angosta ... la otra ruta número once más amplia ... tipo autopista ... pero más larga y la promesa de que algún año iremos por allí para que los chicos vean el mar antes de que lleguemos ... Yo fantaseando con esa promesa interbalnearia y papá explicando la sabiduría de los camioneros ... – Estos tipos saben manejar Silvia – acostumbraba a afirmar con solidez filosófica – ellos te dan el paso sin problema ¿ves? ... son gente que conoce de rutas ... saben lo que es manejar ... Te saludan cuando los pasas … y andan de lo más tranquilos … No como esos pelotudos que manejan una vez al año y se creen los dueños de la ruta y entorpecen todo ... Ehhh Silvia ... vos me decís que no es nada ... qué no me ponga nervioso ... pero yo te digo que por un boludo como esos después ocurren los accidentes ... Mirá ... mirá este pelotudo lo que hace ... cambia de carril y no te avisa … Ahh ¿qué lindo ehh? ... Ahhh nooo … claaaro … vos todo lo justificas ... que no se dio cuenta ... que no le anda la lucecita ... que está de vacaciones y toda la cantinela … Yo no ¿viste? … ¿él quiere manejar así? … está bien ... pero que pague entonces ... que lo multen por pelotudo ... Yo vengo a casi cien kilómetros por hora con tres chicos ¿me entendés? ... y un boludo como ese te puede cagar la vida ... Nooo si yo no me enojo Silvia ... te comento para distraerme nada más ... ¿Vos no sabías que al conductor hay que entretenerlo? ... Claro Mona ... son tantas horas andando derecho que te podés dormir ... ¿sabés a cuantos camioneros les pasa eso? ... pero ojo que los tipos saben ehh ... y cuando ven que no pueden más de sueño se tiran a la banquina y descansan ... no le joden la vida a los demás ... Mirá ... miralo a este del Peugeot azul ... nos quiere pasar a todos … ¿Pero dónde querés que me ponga Tío? … Pero pasá … pasá tarado mental … Miralo vos … mirá la cara de boludo que tiene … se hace el apurado y no le importa que lleva dos pibes atrás … ¡qué vas a hacer! … hay gente que no le da la cabeza … ¡es increíble!

Afuera el campo y las vaquitas innumerables … los molinos … los girasoles … el cielo mezclándose en el horizonte con el silencio verde … Alguna vez podríamos parar en Chascomús – sugería suavemente mamá – para que los chicos conozcan la laguna y el pueblito … Papá asentía con la cabeza sin despegar la vista de la ruta … algunas veces pedía un trapo que había siempre en la guantera para secarse las manos sudorosas al volante … y en general no se detenía hasta llegar a Dolores … - ¿Sabés que pasa Mona? … Dolores es la mitad exacta del recorrido – afirmaba tajante – de ahí en más es como que el viaje se te pasa más rápido … Menos los últimos kilómetros … es claro … porque viste vos que cuando te faltan treinta o cuarenta kilómetros … es como que ya te desesperás por llegar … Y es por eso que – reflexionaba papá como si estuviese dando cátedra – la mayoría de los accidentes ocurren ahí … cuando sabés que estás por llegar … ahí te apurás … y donde te descuidaste chocaste … es sabido.

Los últimos kilómetros … Camet … y Mar del Plata que esperaba con los brazos abiertos … - Llegaaamos - gritaba papá … y a Pablo ... Andrea y a mí no nos alcanzaban los ojos ni las palabras para elogiar y contemplar la belleza de ese mar azul intenso que estallaba de repente … Mamá insistía en ordenar un poco las cosas de recién llegados … y papá taladraba los oídos vociferando vamos a la playa que hoy es un día peronista … - Escuchen hijos … acá no se puede perder un minuto … si está el sol hay que ir a la playa urgente y sin dudarlo … después volvemos y nos ocupamos de todo lo demás … ¿Por qué saben hijos? ustedes piensen que venimos solo quince días al año a Mar del Plata … y hoy está el sol pero mañana quién sabe que puede pasar con el tiempo … - No seas tremendista Pachi – le bromeaba mamá … y papá - convencido hasta decir basta - le replicaba: - ¿Tremendista? … ¿Mirá si a partir de mañana te llueve una semana seguida? … después vas a decir ¡qué boludos que no fuimos a la playa ayer! … Nooo no se puede perder un minuto de sol … hoy por ser el primer día podemos a ir a Playa Grande … ¡qué lugar Dios mío! … ¡Dale Mona … dale … dejá todo así nomás che y vamos a meternos en el mar! ¿vos no lo extrañas? …

Papá clavaba la sombrilla en la arena como quién busca petróleo … - Por el viento ¿viste Mona? … si se te vuela ¿sabés donde la vas a buscar no? … Además podés lastimar a alguno … No … si esto no es joda … vos te reís pero después viene cualquier boludo que quiere tener primera fila frente al mar … clava la sombrilla así nomás y cuando se le vuela y le revienta la cabeza a alguno viene y te dice: ay ¡qué mala suerte! fue el viento disculpame … y así ocurren los accidentes ¿viste? -
En la playa papá era como un hermano más … y todavía en aquellos años podía darse el placer de negarse a perder el tiempo con el protector solar … Recién instalados los cinco bajo la sombrilla insistía con que todos nos metamos al mar … Ante la tímida negativa de mamá … aparecía su faceta más divertida y caminaba hasta la orilla y traía un poquito de agua entre sus manos riéndose … Después nos salpicaba a todos.

Pero dale che … vení Mona … vení conmigo hasta la orilla … nooo yo no te empujo … lo hago solo para animarte … ¿ahora no me vas a decir que al agua está fría? … ¿Fría? … si esto parece el Caribe … solo falta Fidel … Pero qué me venís … que me venís con el Caribe vos … si los tipos de allá supiesen lo que es Mar del Plata y como se come en Argentina … el año que viene tenés a todos los cubanos sentaditos acá … ¡qué comunismo ni comunismo! – auguraba papá entre risas - El Caribe ... ahh qué lindo eh ... la playa solitaria ... tanto que para conversar con alguno tenés que caminar setenta kilómetros ... ¿el agua? ¡hermosa! a ciento cincuenta grados ... tenés más calor adentro que afuera ... ¡qué lindo ehh! ... ¿el mar? cristalino y más tranquilo que un estanque ... Ahhh ¡qué maravilla! ... ni una mísera ola para divertirse un rato ... ¿El tiempo en el Caribe? ... uhhh ¡divino! ... todos días de cuatrocientos ochenta y cinco grados a la sombra ... pero ojo che ... quedás bien bronceado ... ¡divino! ... el día menos pensado estás tirado bajo una palmera y viene un huracán y te lleva todo a la mierda ... Y sin embargo muchos van a seguir repitiendo como loros ¡es divino! ... Nooo si a todos ustedes le contaron un cuentito ... por eso lo repiten como loros ... ¿qué te van a decir los cubanos? ... ¿que viven en un lugar tan pero tan lindo que el gobierno por las dudas no los deja salir? ... Noo ... a mí dejame en Mar del Plata.

Papá caminaba placidamente por la arena … contemplaba el mar … miraba las nubes en el cielo y - como niño que descubre algo novedoso - mostraba a mis hermanos la avioneta que llevaba y traía los carteles con propagandas ... Después nos metíamos en el agua todos juntos ... A papá – que nunca supo nadar – no le agradaba demasiado hundir la cabeza abajo del agua ... Y por eso enfrentaba a las olas dándoles terribles e inolvidables panzazos ... Algunas veces le era inevitable hundirse ... y salía escupiendo agua ... refregándose los ojos y la nariz con las dos manos ... Cuando advertía que nosotros y mamá nos reíamos de él ... nos miraba sin decir nada ... pero una sonrisa pícara se dibujaba en sus labios ... Al rato elogiaba hasta la sal del mar marplatense que según él limpiaba todo el organismo ... rejuvenecía ... curaba y desinfectaba cualquier herida ... incluso hasta aquellas que se habían hecho crónicas a lo largo del año.

No sé si ya dije que papá era un hermano más en la playa ... que en medio de una cruenta batalla por vencer a las olas podía gritar ... – Che Ruben salí y andá preparando las paletas ehh … preparate vos también … hoy te mato … estoy invencible … esperá que en un ratito salgo del agua y jugamos … ¿O ya abandonaste por la paliza que te di el año pasado? ¿Vas a querer la revancha? …Yo corría hasta la orilla tratando de ganar la carrera a las olas ... y caminaba tiritando hasta la sombrilla para buscar las paletas y comenzar a marcar la cancha en la arena ... Al rato llegaba él y mirándome sonriente y con aprobación decía: ¡Qué divina está la playa che! ... ¡qué lugar extraordinario es este hijo! … ¡cuanta gente vino este año a Mar del Plata! … ¡Después viene cualquier boludo y te quiere convencer de que hay lugares más lindos! …

Pasaron los años ... y yo tuve la suerte de conocer playas mucho más extraordinarias y bellas que las de Mar del Plata ... Cada vez que viajo y conozco alguna playa paradisíaca no puedo evitar acordarme de papá y de aquellos años ... Y una tarde cualquiera ... recostado bajo la quietud de alguna palmera ... frente a un mar cristalino y tibio ... supe que papá – sin saberlo – demostró una y otra vez que el agua salada quizás también podía impedir el contagio de sus opiniones más dudosas y arbitrarias … Pero sin dudas no pudo impedir el contagio de su vital y estruendosa alegría ... Esa que todavía me asalta y lo evoca ... al sentir la cercanía del mar.

domingo, 15 de febrero de 2009

Una hermosa y llorosa sorpresa

A Luana



I

Falta menos de un mes para que nazcas ... estoy algo ansioso y muy emocionado. A veces voy caminando por la calle ... miro las caritas de otros bebés que pasan a mi lado ... y trato de imaginar la tuya cuando paseemos juntos ... ¡Tengo tantas ganas de conocerte! ... que me siento feliz de saber que dentro de poco tiempo voy a poder darte un abrazo.
La panza de mamá crece día tras día ... semana tras semana ... nosotros decimos – porque así nos parece – que vos creces los días viernes ... Cada fin de semana que llega ... la panza de mamá se hace más grande y redonda ... Cuando estamos en casa yo acerco mis labios al vientre de mamá y te hablo ... Imagino que me escuchás y entendes lo que digo ... pero como esta carta la escribo pensando en vos que sos el futuro ... sospecho que cuando puedas leerla y entenderla ... ya te habrás olvidado lo que te decía papá cuando estabas en la panza!!!! ... Acerco mis labios y te digo que te quiero mucho ... que con tu mamá te estamos esperando ... Te cuento cuanto te falta para salir (aunque eso finalmente quizás lo decidas vos) ... y te digo que estés tranquilo porque todo marcha bien ... y continuará de igual manera. Vos te hacés sentir (tu mamá sabe más que yo al respecto) ... y en este momento estás con la cabecita hacia abajo preparando los pulmones para celebrar la vida ...

II

Dentro de poco tiempo comenzará tu historia en el mundo ... tu vida comenzó hace ya ocho meses ... una noche que mamá y papá se amaron con mucha intensidad y placer y ganas de engendrarte.
Al principio eras un embrioncito que se veía como una manchita blanca dentro del vientre de mamá ... La primera vez que te vimos era una linda tarde con mucho sol ... y recuerdo ... nos quedamos mirando las pequeñas imágenes que nos entregaron (que en éstos tiempos llaman ecografía) y exclamamos con alegría: - ¡ pensar que en nueve meses ese pedacito de vida que late será un bebé! ... ¡Nuestro bebé!
¡La vida es un milagro bomboncito! ... y por ello debe ser celebrada ... Pero ... la vida no vale nada sino tenemos historia ... no esa que hace “noni noni” en los libros ... sino la que cada uno construye día tras días ... semana tras semana ... y que nos une a todo y todos los demás ... ¡Nuestra vida es historia viva!
Es por eso que yo digo que tu historia comienza dentro de poquito ... cuando decidás salir de la panza de mamá ... y regalés tu primer alarido al mundo.
Pero ... ¿sabés? ... nosotros ni bien supimos que tu vida había comenzado - o lo que es más simple - que mamá estaba embarazada ... celebramos y vociferamos a los cuatro vientos anunciando tu llegada ... fue nuestra manera de empezar a prepararte tu primer lugarcito en el mundo y cerca de nosotros ... nos permitimos esa licencia al principio ... ya que al fin y al cabo seremos tus papás.
Hoy día ... tus abuelos ... tus tíos ... tu prima ... nuestros amigos y compañeros ... preguntan por vos a cada rato ... cuando llegás ... si estás bien ... cómo te vas a llamar ... y si sos nene o nena. Además te hacen regalos ... ropita para cuando nazcas ... algún juguete ... y hasta una camisetita de Boca igualita a la original.
Hoy – por ejemplo – mamá estuvo acondicionando la que será tu cuna ... y dentro de un rato cuando yo llegue a casa voy a comenzarla a armar. ¡Solo faltan 3 semanas para que nazcas! ... Nosotros de a poco te vamos incluyendo en nuestra historia ... claro que falta algo importante ¡que nos conozcamos! ... y lo primordial ... que vos comencés a construir tu historia y nos incluyás en ella a nosotros.
Te amamos hijo ... te estamos esperando ... por lo pronto habitarás un lugar cerca de nosotros ... ¿qué tal si empezamos a conocernos así?



III

Dicen muchos que serás Pedro ... otros que serás Luana ... ¿qué serás? ... Desde un principio tu mamá me dijo que ella quería que sea sorpresa ... por lo tanto – y a pesar de que hoy día es posible saber el sexo de los bebés antes de nacer – preferimos no saber si sos Pedro o Luana ... o Luana o Pedro. A mí – te confieso – me costó un poquito mantener la duda ... y a medida que pasaban los estudios y vos ibas creciendo en la panza ... me comenzaron a dar muchas ganas de saber si eras nena o nene ... Traté de observar con atención cada vez que a mamá le realizaron una ecografía ... pero nunca pude saber demasiado ... Tengo muchas anécdotas al respecto ... casi todas graciosas: Cuando mamá estaba de 5 meses de embarazo ... hicimos una ecografía y antes de comenzarla yo le dije a la médica: - Mirá que la mamá no quiere saber el sexo - ... la médica asintió con la cabeza y al ratito de empezar a verte por un monitor nos dijo: - Yo ya lo sé - ... Eso me llevó a reflexionar que eras un varón ... dado que si la médica vislumbraba tan rápido si era nene o nena ... deberías ser varoncito ... ya que dicen que las nenas no se dejan ver con tanta facilidad ... Ahora bien hijo del alma ... cuando yo te vi ese día a través del monitor ... y vi como movías tus manitos y tus pies ... juraría que vi una hermosa nena ... pero te confieso que también podría pensar que nos saludabas con las manitos ... jajajaja ... En conclusión ... puedo decirte que hoy por hoy ... no sé realmente si serás nena o nene ... y la verdad es que poco importa ... La gente ha dicho tantas cosas sobre la panza de mamá ... hay quién la ve redonda ... otros en punta ... yo he tejido tantas incógnitas sobre el tema ... que he terminado por decidir que lo mejor y lo más hermoso es esperar a que nazcas y seas una hermosa y llorosa sorpresa.

martes, 10 de febrero de 2009

Y después el silencio

A la abuela Pepi



Toco el timbre y el chirrido resuena a mi lado ... Como siempre me pregunto por qué en casa de la abuela la campanilla está más cerca de la calle que del interior de la casa ... Mientras tanto ella sale de la cocina limpiándose las manos con el repasador y a los gritos pregunta quién es ... - Soy yo abuela - le respondo en un grito ... Abre la puerta y me mira sonriente – Ah, Rubencito mío eras vos ... pensé que ya no venías ... Andá al comedor que ya pongo la olla en el fuego ... prendé la televisión -
¿Te lavaste las manos? – sí abuela, recién – le miento distraídamente - ¿estaba papá en casa? - No, salió a cobrarle a un cliente – le digo con la boca llena de migas de pan - ¿y vos como estás abuela? - ¿Yo? ... yo estoy bien ... ando fenómeno ... comí un platito de sopa mientras te esperaba ... hoy a la mañana fui a la peluquería ... ay Rubencito ¡no comás más pan! que después no comés el pollo – ...

A la abuela le gusta conversar y me cuenta muchas cosas ... pero algunas veces me habla solo de su mamá ... De su mamá muerta cuando ella era joven ... de su mamá que no sabía ni leer ni escribir ... y por eso ella cuando niña le leía las cartas que llegaban de los parientes que habían quedado en Nápoles ... ¿Vos sabías Rubencito que yo leo en italiano? ... Bah! te voy a decir la verdad ... lo que yo entiendo es un dialecto del italiano ... el dialecto que hablaba mi mamá con sus paisanos ... Ahora tendría que ver si entiendo tanto como antes ... pasaron tantos años ... Yo tengo muchos primos allá ¿sabías? ... y ojo que son primos hermanos ... algunos ni siquiera los conozco ... deben estar grandes ya ... quién te dice tengan hijos y nietos como yo ... Mi mamá siempre me hablaba de la familia de allá ... vos no te imaginás lo que me quería mi mamá ... lo que me aconsejaba ... las cosas que me enseñaba de Italia ... no tuvo suerte ella Rubencito ... no tuvo suerte ...
¿Sabías que mi mamá a los doce años me mando a lo de una señora para que yo aprendiese a bordar? ... Mirá Rubencito ... te voy a mostrar la carpeta ... ahora vas a ver la mano que tenía tu abuela para el bordado ... ¡y tenía nada más que doce años eh! ... si todavía ni siquiera hablaba con tu abuelo ... espera acá que ahora te traigo la carpeta para que la veas la prolijidad y la nota que me puso la profesora al final del año ...

¿Sabés cuantos años estuve hablando con tu abuelo yo? ... casi diez años ... ¡diez años! ... parece mentira ... Al principio yo no quería saber nada ... tu abuelo vivía a dos cuadras de acá ... ahí en Tapalqué y Miralla ... esto te estoy hablando del año cuarenta y pico... cuando todas estas calles eran todavía de tierra ... Él pasaba siempre por la puerta de esta casa ... con otro malandrín que vivía acá en el barrio ... uno que era loco como él ... Pasaban los dos en un carro tirado como por tres, cuatro, cinco caballos ... Ahh ¡qué plato! ... siempre fue exagerado tu abuelo ... ¿a vos te parece? ¡cuatro caballos para llevar a ellos dos en un carro todo “escallato” ... por favor ... Algunas vecinas ya me habían dicho que él tenía interés en mí ... Y yo les decía ¡con ese loco de los caballos! nooo ni borracha ... Ellos pasaban todos los días a la nochecita para guardar los caballos en un corralón que había acá a la vuelta ... Yo los veía porque a esa hora siempre estaba sentada en el umbral de esta casa ... esperando que mi mamá me llame para la cena ... Pobrecita mi mamá ... me decía que me case ... yo era tan linda ... pero ojo ... que tu abuelo le sacaba suspiros a más de una también ... ¡Si nosotros dos fuimos la pareja más linda del barrio! ... y ojo que no lo digo yo Rubencito ... lo decía todo el mundo... ¿Sabés el vestido de novia que tenía puesto yo? ... ahí en la pieza tengo la foto ... andá y mirala ... fijate el largo de la cola ... fijate el traje que tenía puesto tu abuelo.

San Caitelo de Roma viniste – le digo a la abuela con voz fuerte y burlona - ... ella me cura el maldeojo y bosteza ... bosteza más y caen lágrimas de sus ojos ... sin embargo ríe y se ríe con fuerza mientras me dice: - guacho de mierda ... no hay que decir el rezo del maldeojo en voz alta ... porque sino no te cura ... ¿vos como aprendiste que empieza así? - ... Yo – entre risas – yo te lo escuché a vos abuela ... me curaste el maldeojo tantas veces que te leí los labios para ver que decías en voz tan bajita ... La abuela dice – ¡me cazzo! - se ríe y bosteza - estás ojeado Rubencito ... mirá como me pusiste ... no paro de bostezar ... ¿no tendrás alguna pretendienta por ahí que te mira mucho? ... Pucha que estabas ojeado ... ¿ahora te sentís mejor? ... vas a ver que en rato se te pasa el malestar en la cabeza ... No sabés tu papá ... se lo curo todos los días ... Pero ese es más loco ... yo no sé si se siente mal o me lo pide para que le acaricie la cabeza ... Viene y se sienta ... me pide que le saque y al rato sale como un loco y se va ... Ay yo no sé este chico ...

Yo te arreglo el pantalón Rubencito ... te pongo un poco de tela de jean por atrás y ni se nota el agujero ... te va a quedar como nuevo ... ¡eso sí! ... no me pidas que te arregle los bolsillos ... yo soy una inútil para eso ... no tengo paciencia ... hay que desarmar toda la cintura y después volver a armar el pantalón ... A mí después me quedan los bolsillos todos arrugados y me quiero morir ... mejor te los coso por fuera ... no vaya a ser que pierdas algún billete o algún pañuelo y te acuerdes de mí ... ¡después vas a andar diciendo que la boluda de tu abuela te dejó los bolsillos rotos! ... Para la semana que viene lo tenés arreglado ... ¿vos lo necesitabas para esta semana? ... Ay Rubencito ... mirá toda la ropa que me trajeron ... la gorda de “La Puñalada” está cada día peor ... Mirá esta pollera Rubencito ... entran tres como yo ... y eso que ya se la arreglé dos veces ... Hace una semana que la estoy esperando para que se la pruebe ... pero esta chica no viene ... yo no sé ... trabaja mucho y llega tarde a la casa ... Viste que el marido no vive más con ella ... Ahh sí ... no sabés que lío la otra noche ... desde la cama yo escuchaba los gritos en la calle ... iba a salir a ver pero me dio miedo ... además me daba vergüenza que me viese ella ... pero desde esa noche al marido no lo vi más ... seguro habrá ido a buscar otra boluda que lo mantenga ...

Escucha una cosa Rubencito ... ayer a la mañana fui a la mercería a comprar unos cierres de pantalón y cuando pasé por el kiosquito de la esquina le puse cincuenta centavos al 72 ... Yo juego solo cincuenta centavos ¿viste? más plata no puedo mamita ... ¡Qué le voy a hacer con esta mishadura! ... Ahora decime ... ¿querés creer que salió a la noche? ... me agarré una chinche cuando prendí la radio ... ¡qué pajarona soy! ... Es que no tuve tiempo mamita ... no tuve tiempo ... estuve todo el día con el vestido de una señora de acá del pasaje ... Se lo estoy ensanchando ... pero me está dando un trabajo bárbaro ... ¡Miralo como me está quedando! ¡una pinturita eh! ¡mirá que mano tiene tu abuela! ... y este se ve que le salió caro en su momento porque esta hecho con buena tela ... ¡Mirá tocalo vos! ¿te das cuenta? ... con cuidado que está lleno de alfileres Rubencito ... no te me vas a pinchar los dedos ... ¿Sabés? ... anteayer agarré el 52 a la nacional ... Lo venía siguiendo desde hacía tres semanas ... es el año que nació tu papá ... La otra noche soñé que estaba embarazada de él y cuando me desperté lo primero que pensé fue en jugar el año a la quiniela ... y ese día no salió en ninguna pero yo lo seguí jugando ... Es que a los números hay que seguirlos mamita ... si los seguís todos los días los terminás agarrando ... es sabido ... Eso pasó con el 36 la vez pasada ... Resulta que el nieto de la Luisa cumplía 37 ... y ni bien me enteré le jugué al año que nació ... lo que cumplió y lo que dejó ... Casi una semana entera jugándolo a la tarde y a la noche y al final lo agarré ... Estaba calentando la sopa en la cocina y empecé a los gritos cuando lo escuché en la radio ... La Tía Fini vino asustada desde el fondo pensando que me había pasado algo y cuando me vio loca de contenta me mandó a la reputa madre que me parió ... Ella me puteaba y yo me reía como loca y no le podía hablar de la risa ... ¡Ay qué plato que fue esa noche! ...

La abuela enfermó nunca supe bien de que ... sus últimos días los pasó yendo y viniendo de casa de mi tía al hospital ... hasta que quedó internada ... y dormía como una pajarita y se olvidaba de todo ...
Era una tarde de verano ... y la abuela dormitaba ... mi prima y yo le conversábamos y ella contestaba como desde un sueño profundo ... En general eran frases incoherentes o entrecortadas ... sin embargo se reía de algunos chistes que le hacíamos ... La enfermera trajo la sonda para orinar ... y a partir de ahí todo se hizo confuso ... los gritos de la abuela enojada de tener que soportar la sonda ... advirtiéndonos que se orinaba encima ... que no podía contener el pis ... la enfermera pidiéndome ayuda para sujetarla a la cama ... mis manos sujetándole los brazos para que la abuela pueda ser atada de pies y manos a los barrotes de la cama ... llorando e insultándonos a todos pidiendo que la dejáramos en paz ... implorando a los gritos ayuda a su mamá ... ¡ay mamá por favor ayudame! ... y después el silencio ... apenas un suspiro como un hilito de aire escapando de sus labios ... la mirada penetrante y mirándome fijo ... los ojos de la abuela casi vidriosos ... los ojos de la abuela como nunca nadie me miró en la vida ... mezcla de amor, odio, sobre todo miedo y muerte ... y después el silencio ... mi aliento contenido de estupor ... de no saber que hacer ni que decirle ... Y el doctor entrando de repente en la habitación ... sacándome afuera a los gritos ... y los tubos de oxígeno casi atropellándome en la puerta de la habitación ... y los ruidos y los aullidos de miedo de la abuela nuevamente llamando a su madre ... y después el silencio ... y el lo siento mucho en boca de un imbécil con delantal blanco y nombre de doctor ... y los falsos buenos modales de la enfermera arrastrando los tubos nuevamente al pasillo ... y las ganas de reventarle la cara a trompadas a esa mal nacida que trajo la sonda ...

Y después el llanto ... las cenizas y otra vez el silencio ... esa muerte de perro asustado persiguiéndome en cada esquina ... y recordándome esos ojos en los que el terror ya había echo lo suyo ... ese absurdo de morirse lejos de su casa ... de su barrio ... y sin saber que te estaban haciendo ... para que te voy a contar ... si yo no sé que me decían esos ojos ...

Estoy sentado en el comedor y la abuela trae una olla humeante y la deja sobre la mesa ... el sabor del pollo a la cacerola no se hace esperar ... lo huelo y me relamo ... La abuela sirve en el plato ... y después se sienta a mi lado y me mira largamente a los ojos sin decir palabra ... tiene un vestido floreado y de muchos colores ... Yo sin saber por qué me mira de esa manera ... me acerco y le doy un beso ... Ahí nomás puedo sentir también su olor ... que es el olor de la abuela pero también un aroma a jazmines y a la primavera toda ... Ella sonríe mientras la beso... tiene la mejilla tibia y parece llena de vida ... sus ojos son como el verde del mar ... y su cara está toda luz como la tarde ...
La rueda comienza a girar ... y solo se oye el sonido del pedal y la correa mientras la abuela cose ...
- Pero abuela ... vos estás muerta - ... le digo imprevistamente y con la poca consideración que a veces nos deparan los sueños ... Y ella sonriendo asiente con la cabeza ... se da vuelta hacia mí ... y me dice que sí ... y sigue sonriendo mientras se acomoda en la máquina ... y me dice te quiero mucho Rubencito mío ... pero dale mamita comé ... comé el pollo que se va a enfriar ...

sábado, 7 de febrero de 2009

Parque Centenario

A Roxana



Eran las ocho de la noche en Parque Centenario ... No sé por qué o quizás la razón es demasiado evidente y conviene hacerse el misterioso ... pero cada vez que escucho ... leo o camino por la calle Río de Janeiro me acuerdo de tu casa ... Tu casa ... esa que quedaba cerca de Medrano y Rivadavia ... ese ambiente chiquitito e iluminado que al entrar invitaba a quedarse a saborear tus encantos y el exquisito olor que exhalaba ese aparatito que enchufabas cerca de la puerta de entrada y que servía para aromatizar el ambiente ...
Hoy me acordé justamente cuando iba en busca de un colectivo que me llevé a la mía ... quizás el invierno volvió mucho más nítida la imagen calurosa del sillón y la mesa plegable que se abría de par en par cuando era la hora de la cena ... ¿viste que el invierno cobija y vuelve más agradable aquellos recuerdos que rebozan calor humano? ... nunca me pregunté el por qué pero es una sensación ... casi una certeza que me acompaña desde mi infancia.
Mi abuelo Cacho murió un 10 de Junio ... la fecha exacta la supe mucho después ... pero el frío lo sentí mucho antes ... pucha que sentí frío aquella noche ... tanto que a la madrugada tuve una repentina e inevitable fiebre ... que solo se calmó entremedio de la abuela Pepi y el abuelo Tato ... que no menos impactados por la noticia (aunque sí más lejanos en el sentimiento) me cobijaron en su propia cama aquella noche de invierno ...
Pero eso no importa ahora ... yo quiero hablar de tu casa y de vos ... las lejanas y cambiantes temperaturas en las que se templó mi alma las dejamos para otro día ...
Eran las ocho de la noche en Parque Centenario ... y tu casa estaba tan cerca que hubiese sido un pecado no dejarse llegar hasta allí ... como quien va en busca de un plato de sopa caliente ...
Y estoy seguro que varios niños habrán cedido a la tentación antes que yo ... y no los juzgo porque la inocencia tiene esas ventajas ...
Lo cierto es que llegué ... y la suerte pareció estar de mi lado cuando abriste la puerta y me recibiste con una sorpresa vaciada de preámbulos que invitaba a subir ... Varios pisos más arriba me dio la bienvenida el sillón con sus almohadones ... y mi cuerpo agradecido hundió bruscamente los elásticos buscando relajarse ... a esta altura la pequeña alfombra blanquecina se solidarizaba con mis pies ya descalzos ... y vos como una gata que se contornea dejando en el aire un hálito de manzana prohibida ... te dirigiste a la pequeña cocina buscando quién sabe qué excusa ...

lunes, 2 de febrero de 2009

Llorando ...

A mi viejo, a Pacho.



El Loco viene llorando ... y el llanto desencaja aún más su cara llena de rasguños ... Ajeno todavía a su presencia ... yo estoy atándome las zapatillas en la soledad de un vestuario ... allá afuera espera un partido de fútbol que nunca llegaré a jugar ...
El Loco se acerca con ojos asustados ... Está visiblemente conmocionado y la voz se le quiebra cuando intenta hablar ... Enjuga las lágrimas y sus palabras salen como si las estuviese repitiendo de memoria: - Pacho está internado en el Santoiani. Tuvimos un accidente con la camioneta ... Lo tienen en la guardia ... está grave ... -
Caprichos del dramatismo ... reparo en lo menos importante ... Para el Loco mi viejo no es papá ni tu padre ni tu viejo ... sino sencillamente Pacho ...
Caprichos del sueño ... no sé en qué lugar de la ciudad estoy ... ni con quiénes iba a compartir un partido de fútbol ... solo sé que mi hermano Pablo está cambiado y esperando en la cancha para jugar ... Desde aquí puedo verlo ... parece que primero resuelvo avisarle lo de papá ... y convencido de estar yendo a su encuentro ... estoy caminando rápidamente hacia el hospital en compañía del Loco ...
De un momento para el otro, vamos a todo lo que dan nuestras piernas por la Avenida Emilio Castro ... En la carrera alocada imagino lo peor y terminante ... Muerto de miedo me detengo ... apoyo mis manos en los hombros del Loco y le suplico: - Por favor Loco decime la verdad ... qué pasó? - ...
- Viste que yo laburo con la gente del Nono Frondizi - reconoce culposo el Loco - se pudrió todo con el sindicato ... me buscaban a mí ... Pacho andaba conmigo en la camioneta y lo acuchillaron ... no sabés pobrecito ... tenía todas las tripas afuera ... parece que perdió mucha sangre ... tiene la panza destrozada ...
En este punto mi desesperación pudo ser total ... pensé en mi viejo tirado en el piso con el vientre abierto y lastimado ... en sus tripas al aire ... en la sangre ... en el reparto de achuras y menudencias con el que mi viejo se gana la vida ... y no sé cómo ni de que manera llegamos al hospital.
En la guardia médica hay decenas de salas ambulatorias ... para escándalo de las enfermeras yo voy abriendo desesperadamente las puertas de las distintas habitaciones ... hasta que finalmente doy con una en la cuál solo veo un par de pies descalzos, inmóviles y blanquecinos ... Los comienzo a observar casi estudiándolos ... - ¿Cómo no voy a reconocer los pies de mi viejo? - me pregunto entre sollozos y maldiciones ... Entonces resuelvo ... que esos pies que ahora parecen casi flotar a la altura de mis ojos ... son los pies de papá ... y también descubro su figura abultando las sábanas blancas de la camilla del hospital ... Pero atención! ... Papá está sentado y pensativo ... con la vista perdida y una pequeña gasa cubriéndole el ombligo ... Apenas un leve rasguño ... Estallo en lágrimas cuando adivino que - después de todo - él se encuentra bien ... y bastante sorprendido de mi llegada.
- Pero hijo ... no llorés ... ¿qué te dijeron? - dice papá con voz tranquila y contenedora.
- Te quiero mucho papá - alcanzo a balbucear ... mientras apoyo su cuerpo contra el mío y lo abrazo desesperadamente con todas mis fuerzas ... casi como si ya nunca más lo fuese a desprender de mis brazos ...
Desperté llorando.

viernes, 30 de enero de 2009

jueves, 29 de enero de 2009

Bienvenida

Caimán: - Si usted dice que lo invitaron pase nomás Tío.

Tío Caimán: - Así es ... así es sobrino ... todo sea para darle una oportunidad a este blog ... Adelante friends ... pasen ... pasen muchachos.

Caimán: - ¿Y toda esta comitiva Tío? ... ¿La trajo usted?

Tío Caimán: - Vienen conmigo sobrino ... acabamos de llegar en jet desde Miami ... Venimos a colaborar política y económicamente con este blog.

Cocodrilo Dundee: - Hello my friends.

Tío Sam: - Hello brothers … Money is god jojojojojo

Steve Irwin: - Buenas noches amigos cocodrilos ... Hello aryentinus.

Lagarto Juancho: - Hola ... soy una producción de Hanna-Barbera para los más chiquitos.

Caimán: - Cuanta gente trajo Tío ... Parece que hoy haremos flor de inauguración.

Tío Caimán: - Jajaj ... el que tiene plata hace lo que quiere sobrino mío ... váyalo sabiendo ... Fíjese que he traído también a nuestro modisto privado.

Lacoste: - Hola a todos ... olalá Caimán ... ¡pero caramba! ... qué buena piel tiene usted ... ya estoy pensando en unas hermosas carteras femeninas ... ¡Hey! ... my friends ... aquí hay buena materia prima y libre de impuestos ... olalá.

Ruben: - Buenas noches ... ¿? ... Perdón Caimán ¿usted dejó entrar a toda esta gente? ¿Quiénes son?

Caimán: - Un tío lejano y su comitiva ... desean verlo a usted ... dicen que van a financiar este blog ... Estos manes tienen dinero señor Ruben ... y si realmente nos financian dejemos que le pongan el nombre ... la música y lo que quieran.

Ruben: - Hummm algo huele mal acá.

Caimán: - ¿Está con desarreglo de vientre Ruben?

Ruben: - No empecemos por favor.

Tío Caimán: - Hello ... ¿el aryentinus? ... My friend … gustazo amigazo!!!!

Tío Sam: - Aryentinus … ¿money? … ¿money for nothing?

Lagarto Juancho: - Hola Ruben … fui muy amigo suyo cuando usted era pequeñito.

Steve Irwin: - I Love you aryentinus.

Ruben: - ¿Y este? ... ¿es el cazador de cocodrilos que fue atacado por una raya el año pasado?

Steve Irwin: - Ohhh yes ... yes … I Love you raya … I love you Ruben … I love you money … Ruben is god … is my brother.

Tío Caimán: - Usted Rubencito no me explique nada … nosotros ya investigamos todo … Ya sabemos que usted hoy presentará este blog al ciberespacio ... y que aún le falta el nombre y la cortina musical ... Le proponemos un negocio simple ... Usted nos cede los derechos de autor ... y nosotros le creamos el tema musical que interpretará el Lagarto Juancho ... Además le financiamos todo lo que desee escribir ... y le inventamos lectores y comentarios para todos los días ... Ponga su firmita aquí y ya está todo arreglado ... sin intermediarios ... y financiación total.

Ruben: - Es que yo ya invité a un amigo que vendrá a cantar y …

Cocodrilo Dundee: - Relájese amigo … disfrute la vida hoy ... y embárguesela por los próximos veinte años ... Si quiere podemos conseguirle otras cosas también ... Usted puede asociarse a nuestra empresa ... y bajo el lema “Somos todos cocodrilos” morderemos también las ganancias de sus compatriotas blogeros ... y le damos un 0.0002% a usted ... ¿qué le parece?

Ruben: - Ya le dije que espero a un amigo y …

Lagarto Juancho: - No diga más amiguito ... deje todo en nuestras manos ... Somos eficientes ... y además muy veloces ... Figúrese que después de negociar y morder fortunas ajenas ... nuestras víctimas ... oh perdón ... nuestros clientes no nos encontrarán ni en dibujitos ... Así que no tema Ruben ... porque incluso en caso contrario ... ¿me van a hacer un juicio a mí ... que soy un dibujo animado?

Tío Sam: - Jojojojojo … Money is god … jojojojojoj

Caimán: - Hagamos alianza señor Ruben … los manes tienen dinero … son generosos lo invertirán aquí … y además al fin y al cabo tienen algo de mi especie ... para negociar son todos cocodrilos.

Tío Sam: - Caimancito is my friend jojojojojo

Tío Caimán: - Sobrino mío ... dejemos que el señor Ruben medite un poco ... Traiga al artista con el que se comprometió …y nosotros le pagamos los gastos de traslado y el tema musical que creó.

Tío Sam: - Artist go home jojojojojojo

Tío Caimán: - Sucede que nosotros amamos el arte.

Ruben: - Ustedes me disculpan ... pero ahí viene mi primer invitado ... el señor Sacha Distel.

Sacha Distel: - Bonjour! ... amigos míos ... ¡Viva Lecop!

Caimán: - ¿Y este Franchute de donde salió?

Ruben: - Les presento a Sacha Distel ... vino desde el cielo y especialmente ... a regalarnos una cortina musical y un nombre para nuestro blog ... A partir de hoy no navegaremos más por el ciberespacio sin tener un nombre y un tema musical propios ... Sacha nos brindará su talento y su generosidad.

Sacha Distel: - Mesié Ruben ... usted me pidió un tegma en espagnol ... y yo estuve pensando y lamento informagle que aún me falta componerg el estgribillo ... Tengo la letrga y la música... pergo me falta el estgribillo ... lo siento Mesié ... necesito más tiempo.

Tío Caimán: - No hay problema Mesié ... nosotros le pagaremos como si usted hubiese terminado todo ... no se preocupe.

Tío Sam: - Le France is money jojojo

Sacha Distel: - Pergo ¿quienes sos estos segñores?

Tío Caimán: - Eso no tiene importancia ... Le pagaremos a usted y brindaremos con champagne … pero el que cantará la canción que trajimos nosotros será el Lagarto Juancho ... y a usted para compensarlo le daremos un 0.006% si consigue algún contacto para que nuestra empresa compre la Venus de Milo que está en su país.

Sacha Distel: - ¿La Venus de Milo del Louvre?

Tío Caimán: - ¿Conoce otra usted? ... ufff ... ¿Es o no es un cocodrilo querido Sacha?

Caimán: - Si es realmente un cocodrilo que traiga también a Brigitte Bardot.

Sacha Distel: - ¿Brigitte Bardot? ... Ella fue mi mujer por muchos agños.

Tío Caimán: - Ahhhh jajajjaaj ... Bienvenido Sacha ... bienvenido al Club de los Cocodrilos.

Cocodrilo Dundee: - Somos todos cocodrilos.

Caimán: - ¡Se siente! ... ¡se siente! ... ¡Dundee está presente!

Tío Sam: - jojojo … Money is god …

Steve Irwin: - I love Cocodrilus.

Ruben: - Lamento informarles que nosotros no somos cocodrilos.

Tío Caimán: - ¡Rubencito amigazo! ... piense en su futuro ... en el negoción que haremos con su amigo Mesié Sacha y la Venus de Milo ... ¿quiere participar de las ganancias? ... A ver déjeme hacer números ... ¿qué tal el 0.000002% para usted?

Ruben: - Mire Tío Caimán ... nosotros resolvimos otra cosa ... y ...

Tío Caimán: - Pero si ni siquiera el francés le terminó la canción amigazo ... Firme aquí y termine con sus problemas económicos y morales ... ¿qué más quiere?

Caimán: - Ya lo decía el General Perón ... “Para un cocodrilo no hay nada mejor que otro cocodrilo” ... Milagrazo chinazo!!!!!!!

Cocodrilo Dundee: - Y ya lo he dicho yo ... nosotros ... ¡Somos todos cocodrilos!

Sacha Distel: - Esta equivocado Mesié ... yo no soy cocodrilo.

Ruben: - Y yo tampoco.

Tío Caimán: - Todos somos cocodrilos en algún punto ... Ocurre que cada hombre tiene su precio ... y al parecer Ruben y Sacha cotizan alto jajajja

Tío Sam: - Jojojoj … Money is god …

Ruben: - A la mierda con todos ustedes ... ¿El Tío Sam no sabe decir otra cosa?

Tío Caimán: - El que tiene dinero dice lo que quiere cuantas veces quiere Rubencito ... jajajjaja

Tío Sam: - Jojojo ... Money is god … jojojojojjo

Tío Caimán: - Mesié Sacha yo le doy el 25% de las ganancias por contactos para adquirir la Venus de Milo ... Eso sí ... búsqueme algún cocodrilo con acento francés.

Sacha Distel: - ¿Veintincinco pog ciento? Ohlalá.

Tío Sam: - ¿Está conforme Mesié? ... Veo que lo dejé helado.

Caimán: - Ha quedado más pálido que culo de ruso.

Ruben: - Ehhhh ¿qué le pasa querido Sacha?

Tío Caimán: - Se está desvaneciendo ... pareció que se emocionó con la oferta.

Caimán: - Ehhh se desmaya el Franchute ... traigan una silla rápido.

Sacha Distel: - Ohhh sí … Oh la lá … Faites l’amour, pas la guerre.

Tío Caimán: - ¡Está aceptando nuestra oferta! ¡Confirmado: el franchute tiene contactos!

Ruben: - ¿Se siente bien Sacha?

Sacha Distel: - Seulement je veux être avec toi, tu me faites rêver d'une manière speciale, je tombe d'amour.

Caimán: - Aviselé que está en Argentina ... con el desmayo el Mesié ahora cree que está en Paris.

Ruben: - Callesé ... Mesié Sacha se está inspirando.

Sacha Distel: - Se me han abierto los ojos y la mente.

Caimán: - L’amour est aveugle. Jajajaj

Sacha Distel: - Noé probó el vino, se emborrachó
y el agua del destino, aborreció
llegó a buen camino y deseó
un chaparrón de vino, de agua no.

Tío Caimán: - Pufff ... ¡no se haga el difícil Sacha! ... ¿acepta o no?

Ruben: - Shhh ... silencio ... Sacha está creando.

Sacha Distel: - Romeo enamorado subió al balcón
como estaba mojado dio un resbalón
Julieta le decía "a este chichón...
...lo cura la sangría de mi porrón".

Ruben: - Siga maestro siga.

Sacha Distel: - Don Juan era valiente y seductor
a Inés le dijo ardiente "mi ángel mi amor"
bebamos aguardiente, no halles temor
ahora que está ausente el gobernador!!!

Ruben: - Grande Sacha!!!!!

Sacha Distel: - Señor Ruben ... ya tengo lo que me encargó ... el nombre y la cortina musical para este blog ...

Caimán: - Pero ¿y ahora quién nos financia? ¿No éramos todos cocodrilos?

Tío Caimán: - Sobrino no lo olvides ... En el fondo todos somos cocodrilos.

Sacha Distel: - No somos cocodrilos señor Caimán.

Tío Caimán: - jajajja ... acuérdese de la Venus de Milo Sacha.

Sacha Distel: - A la venus de Milo damos un champán.

Caimán: - ¿Pero cómo? Si la Venus de Milo no tiene brazos.

Sacha Distel: - No somos cocodrilos señor Caimán, a la Venus de Milo damos un champán.

Ruben: - Música Maestro!!!


¡Bienvenidos!